El otro día me senté en un portal. Hacía mucho que no lo hacía, costaba estar allí y que no sea esperándote a ti una tarde cualquiera. Vi cosas que estaban cuando te esperaba, pero que por el momento me daban igual y el otro día me paré a echarle cuentas porque este vacío busca llenarse, aunque no lo consiga. Comprobé que es cierto que siempre habrá un niño llorando, una abuela frustrándose, una pareja rompiéndose y dos enamorándose. Pero también alguien roto. Hace tiempo atrás éramos el niño llorando, pasamos a dos enamorándose, a la pareja rompiéndose y me encantaría haber sido los ancianos frustrándose. Aunque el papel con el que yo colaboro hoy es el último.
El otro día lloré. Hacía mucho que no lloraba, costaba hacerlo y que el problema sea el que me cure. Supuse que lo mejor era dejar de autolesionarme la pena que ya tenía y dejé de hacerlo. Lo cierto es que la última vez que lloré no me acordé de ti, si no de lo que entonces yo era y de que ha sido una mierda convertirme en lo que pedías.
Nos vemos luego. https://twitter.com/miss_orgullo
Ay, te juro que me emocioné
ResponderEliminarcasi hasta las lagrimas.
Es precioso lo que escribiste,
tiene mucho significado,
solo que no puedo asociarlo con
nada de mi realidad ahora.
Buenísimo que tengas el don
de expresarte de esta manera.
UNA BRAZO;
Dios me quedé petrificada con esto, en serio. Sobre todo el final. Sigue escribiendo, porque creéme, no desperdiciarás tu tiempo.
ResponderEliminarSi me acuerdo de ti, como no hacerlo!, que bien que estés de nuevo por aquí es más me apetecía mucho leerte, espero que estés bien y la entrada perfe, cosas que vuelves a hacer por un motivo y que cuesta hacerlas de nuevo :/ pasa... un abrazo nos comentamos.
ResponderEliminar¿Sabes? Este texto merece ser leído en voz alta, merece que se escuchen las lágrimas titilando el folio desnudo.
ResponderEliminarUn placer volver a leerte.